Un verano raro, éste. Aunque las temporadas estivales
nunca están al margen de la frivolidad y del posible egoísmo que muchos pueden
sentir al no querer involucrarse con lo que, calor o no, playa o no, pasa y
sigue pasando a nuestro alrededor, sin importar que algunos pongan cara seria
porque no los dejan disfrutar en paz de sus merecidas vacaciones. Y digo que es
un verano extraño, porque hay noticias que despiertan más (infinitas más)
lecturas y respuestas que otras. Los dichos de un famoso actor argentino,
Ricardo Darín, mantuvieron encendidas las redes sociales y ocuparon importantes
titulares en los principales diarios y noticieros del país.
Mediante una nota publicada en una revista, Darín decía
que le gustaría saber de dónde proviene el patrimonio de los Kirchner. Lo que
motivó una carta en respuesta de la mismísima Presidenta de la Nación, que, en
sus días de reposo en su casa en la Patagonia, quiso responderle.
Automáticamente, Darín afirmó que había sido sacado de contexto y que se sintió
usado, y afirmó que "los ataques viles contra la Presidenta no van a contar conmigo". De héroe de la
oposición y mártir a militante kirchnerista, en apenas unas semanas se lo etiquetó de todas las maneras. Raro. Debe ser
el calor.
Pero, después, declaraciones del
siempre polémico Diego Maradona, reemplazaron las especulaciones sobre los
dichos (o no) de Darín. Y todas y todos nos rasgamos las vestiduras porque dijo
que De Narváez no sabe hacer ni una sopa. Gracioso, si. Cierto, claro está.
Importante, no. Las altas temperaturas han de ser, otra vez, las que nos
obligan a debatir a los gritos la insoportable nada.
Pero tanta trivialidad no sería
horrorosa si no hubiera otros temas, sería sólo superficialidad y fruslería.
Pero resulta que sí hay otros temas, de esos urgentes, que no pueden esperar,
aunque llevan esperando 500 años: en estos días de arena, sol y noche, supimos
de la masacre, que no es nueva, del pueblo Qom, en la provincia del Chaco. El
pequeño niño Imer Flores de apenas 12 años, fue ejecutado a golpes, también
rasgaron de su piel el tatuaje que simboliza su pertenencia a los Qom. Hace
apenas unos pocos días, Juan Daniel Asijak,
sobrino del líder Qom Félix Días, fue hallado sin vida con golpes en su
cabeza, a la vera del camino. Tenía 16 años.
Pero esto no empezó este año: hace
un mes también fueron asesinadas Celestina Jara y su nieta, al grito de “Indios
de mierda”. También recuerdo otro asesinato, de otra comunidad indígena, el de un muchacho
integrante del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE-VC),
Cristian Ferreyra, quien fue ultimado por ‘sicarios’ enviados por un empresario
rural que quería su tierra, toda la tierra. Cristian tenía 23 años y dos hijos
pequeños. Ya hace más de un año de este indignante crimen. En esa ocasión había
poca información sobre este homicidio, pues los titulares estaban al rojo vivo
con un niño asesinado en Buenos Aires por su padrastro. Las prioridades de los
medios masivos de comunicación siempre quedan bien claras. Eran crímenes
horrorosos ambos, pero sólo uno de ellos obtuvo una difusión nacional: de este
pobre pequeño, Tomás, aprendimos los rasgos de su rostro de memoria, de
Cristian no conseguí ver ninguna foto siquiera.
Pero para la
inmensa mayoría lo importante es Darín o Maradona con sus dichos: uno logra una
carta de la presidenta, el otro es recibido en gira gubernamental por Asia. Entiendo
que son famosos, entiendo el juego mediático, entiendo todo. Pero los temas
importantes, los urgentes, los necesarios, los que no pueden esperar más, son
otros, es otra gente la que merece semejante atención. Informémonos y démosle
la misma difusión en las redes sociales a estas aberraciones que le pasan en
nuestra tierra, en el norte, a nuestros hermanos, que Ricardo Darín va a seguir
haciendo películas y gozando de su fama y fortuna, al igual que el querido
Diego, pero a los Qom los están desapareciendo.
María José Sánchez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario