jueves, diciembre 27, 2012

Cacerolazo a la historia


“Vuestra alegría es vuestra tristeza sin máscara”
(Khalil Gibran)

Cosa esquiva, la alegría. Difícil de encontrar, resulta aún más difícil hacerla perdurar. Las causas de la alegría son variadas. Aunque hay motivos comunes a las mayorías, abundan otras instancias, en las que la alegría se manifiesta para determinadas personas, y crece y estalla hasta convertirse en felicidad.
Son innumerables los tipos de alegrías que existen, así como los motivos que pueden generarla, o sesgarla. Para muchos, para muchas, hace once años, hubo un motivo común. Hubo una circunstancia que tardó en llegar algo así como tres décadas y un lustro. Pero cuando llegó, inundó de júbilo a muchos.
Era el año del dolor, era el mes del sufrimiento y la necesidad. El país todavía sangraba, por esos días. Era el 27 de Diciembre de 2001 y Racing Club de Avellaneda se jugaba la posibilidad de salir campeón, después de 35 años.
Lo escuchamos por radio, como miles. Con mamá, quien me hizo de Racing desde antes de la época que logro recordar. Yo nunca lo había visto salir campeón, nunca había vivido un triunfo semejante. Ella si, pero no volvería a vivirlo: la alegría, que parecía prohibida por esos días negros, no duró tanto. Aunque compensó durante un tiempito la desesperanza, no alcanzó para retenerla más de un par de meses en este mundo de locos.
Pero mientras duró… mientras gritábamos el gol de Loeschbor… mientras Víctor Hugo hablaba de un cacerolazo a la historia y repetía un “Racing Campeón, Racing campeón” eterno… mientras festejábamos en el monumento a San Martín… fue hermoso. Fue feliz.
Mientras recorrimos esa veintena de cuadras hasta el centro, los bocinazos fueron la música perfecta para acompañar a los que caminábamos agitando nuestras banderas. Nos saludábamos como viejos amigos con gente que nunca habíamos visto. Ni ella ni yo sabíamos que sería su última alegría, o tal vez si, porque la festejamos como si no hubiera otra. Es que la vida nos enseñó a los golpes lo efímero de los momentos felices, y aprendimos a vivirlos en el minuto que transcurren. Así, sin preámbulos, más por miedo a que terminen de golpe que por otra cosa.
Ese recuerdo, se lo debo a Racing, uno de los mejores de mi vida. Aunque aún no han venido otros campeonatos, que seguro llegarán, hoy, a once años, puedo hacer memoria y festejar esas sonrisas, esas lágrimas, de ella, mías.
Todo fue alegría ese día, sin importar que el mundo se cayera a nuestro alrededor, al menos no ese día. En el este. En el oeste. En el norte. En el sur. El cielo era nuestro. El cielo era Racing Club.

María José Sánchez
Mar del Plata

martes, diciembre 11, 2012

Un claro día de injusticia


            En realidad queremos que no la secuestren, que no la alejen de su mamá, su papá y su hijita de apenas tres años. Queremos que no la priven de su libertad y la cambien por dos mil pesos en droga. La verdad es que queremos que no la violen, no la vejen y no trafiquen con ella. Lo que queremos es que su papá no se haya muerto de pena, extrañándola. Queremos que no la prostituyan, que no la torturen. Eso queremos. Pero como nada de eso podíamos lograr, pedimos justicia y nos dieron una trompada en el estómago. Queríamos justicia, y la ‘justicia’ nos escupió en la cara.
            La noche del martes, en Tucumán, provincia Argentina, el tribunal que integran los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano, absolvió a los trece acusados por el secuestro y desaparición de la joven Marita Verón, víctima de una red de trata de personas.
            Desde el 3 de abril del 2002, su mamá, Susana Trimarco, la busca, la reclama, la rastrea, la sufre, la lucha. Su hija, de tres años entonces y de trece ahora, la necesita, como cualquier hija.
            Hoy, los jueces volvieron a violar, abusar, secuestrar, vejar y desaparecer a Marita Verón. Esperábamos un fallo ejemplar condenatorio, para cuidar a las víctimas que Susana Trimarco fue rescatando en su lucha, para apoyar esa lucha, para que haya más denuncias sin tanto miedo, para que los que explotan mujeres y las desaparecen sepan que no es gratis, que deben pagar y bien caro lo que hacen. No tuvimos nada de eso. De hecho, nos dieron todo lo contrario: pusieron sobre el tapete las complicidades, la corrupción y el grado de participación de los poderes políticos y judiciales en este aberrante delito.
            Marita Verón nos falta a todos y todas. Porque el caso de Marita es un ejemplo de las miles de jóvenes y niñas que son secuestradas a diario por las redes de trata de personas y sometidas a la explotación sexual. No fallaron contra su madre y su hija, fallaron en contra de toda la sociedad Argentina.
            El coraje, el valor y la voluntad de Susana Trimarco son inmensos, son ejemplo. Son orgullo. La justicia dio vergüenza ante semejante madre. La bronca que sentimos, sumada a la inmensa tristeza tiene nombre y se llama indignación, transformemos este sentimiento en apoyo y fuerza para esta luchadora incansable.

María José Sánchez
majosanchez@gmail.com

Ni un paso atrás



“El amor el los tiempos del cólera, mi hermano”
(Latinoamérica, Calle 13)


            Gente. Gente de todas partes, de diversos colores políticos. Militantes. No militantes. Gente que llegó en micros, de a cientos, gente que llegó a pie, individuos, grupos. Gente de Buenos Aires y de todas partes del país, pero todos jugando de local en Plaza de Mayo. Esa era la postal de ese punto de la ciudad tan caro a la memoria y el cariño argentino: la Plaza de las Madres y Las Abuelas, ahí, frente a la Casa De Gobierno.
            El denominador común: la alegría. Viejos, niños, jóvenes, muchos jóvenes. Todos implícitamente ajustados a la coordenada de la fiesta de la democracia y los derechos humanos, todas y todos dispuestos a pasarla bien, divertirse, cómodo uno junto al otro, aunque sea desconocido, aunque hiciera mucho calor, aunque el espacio cada vez se acotaba más con la llegada de los cientos de miles de manifestantes. Es que se estaba festejando, justamente eso, 29 años de vida democrática, ininterrumpida. Cosa que en otros países puede parecer muy poco tiempo, y tal vez lo sea, cuando la costumbre de elegir representantes no ha sido suspendida abruptamente: prohibida. También se estaba de fiesta por las conquistas en materia de derechos humanos, por los juicios por la Verdad y la Memoria, por los nietos recuperados y por las ganas intactas de seguir buscando a los que faltan. Por la ley de Matrimonio Igualitario, la Ley de identidad de Género, la Asignación Universal que ayuda a miles de chicos.
            Y saber todo lo que falta, saber que lejos está aun la Justicia Social, pero tener también la plena certeza de estar caminando con paso firme, sin vacilaciones, el camino que nos llevará a ella.
            Y en ese camino no daremos ni un paso atrás, porque las conquistas del pueblo las debe defender el pueblo. Ni un paso atrás, porque una sociedad que ha tenido torturados, desaparecidos, secuestrados y apropiados, necesita memoria, sino repetirá el desastre, sino no es nada. Ni un paso atrás, porque odiar es humano, pero amar también, y nada importante y sano puede hacerse sin amor. Ni un paso atrás, porque festejamos la vida, los derechos propios y ajenos, la democracia que es justamente poder decidir por nosotros, porque los pueblos sin alegría han perdido las batallas de antemano. Ni un paso atrás, ni para tomar carrera.

viernes, diciembre 07, 2012

El largo brazo del Grupo Clarín


"Este concierto se lo dedico a la señora Justicia
en honor a las vacaciones que parece
se está tomando… y en reconocimiento
al impostor que ha ocupado su lugar."

(V de Vendetta)

            Hace mucho que sabemos como son las cosas, todos estamos enterados, la mayoría, incluso, ha tomados partidos por uno u otro lado. Nadie puede decir que no entienda, que no sepa, que no se enteró. Sí pueden decir, y lo hacen, que no les importa. Eso no es nuevo tampoco, aunque cada vez son menos los que eligen no elegir, los que tratan de no involucrarse en la realidad que los rodea, los atraviesa, y a veces hasta los aplasta.
            Sabíamos que el Grupo Clarín, con su largo brazo de influencias iba a tratar de abrazar a todo aquel que pudiera mantenerle la cabeza fuera del agua, iba a cobrar muchos favores, iba a apretar todas las clavijas que hiciera falta y afinar todas las cuerdas necesarias de los instrumentos que le permitiera tocar la infame melodía de la injusticia, esa que ellos llaman justicia, la que han llevado en el bolsillo por décadas, la que sacan como un peine cada vez que el viento de la democracia los despeina un poco.
            En las últimas semanas habíamos visto dar manotazos de ahogados a su CEO, Héctor Magnetto, desacostumbrado siquiera a pensar que las cosas pueden no salir como él espera. En su arrebato por la hora que se acerca, denunció periodistas para que vayan presos por escribir en diferencia a sus mandatos, denunció funcionarios, lanzó a sus empleados en una cruzada aun más salvaje de desprestigio al Gobierno que la que ya venían llevando, y en una desesperada escalada de mentiras que los llevó a publicar tapas de revistas que se podían desmentir a las horas de haber sido impresas. Pataleó y gritó contra lo inevitable, como el niño que le grita a las olas del mar, esperando así frenarlas para que no rompan, inexorables, en la orilla.
            Pero este jueves tuvo una alegría, en contra de lo fallado por la Corte Suprema de Justicia Argentina, la  Cámara Civil y Comercial extendió la medida cautelar presentada por el Grupo Clarín para evitar adecuarse a ley de medios, hasta que el juez de primera instancia Horacio Alfonso resuelva la cuestión de fondo, desconociendo así el criterio de “razonabilidad” planteado por la Corte Suprema, que fijó el 7 de diciembre para su finalización. El largo brazo de Clarín, abrazando con fuerza.
            Y en torno al fallo de la Corte se había cifrado la esperanza de la justicia, de que la democracia de todos pudiera más que la infamia de unos pocos. En torno a esta fecha del 7 de diciembre se había conjugado la expectativa de que una ley aprobada por amplísima mayoría hace tres años, finalmente, pudiera ser aplicada. Porque el que piense que sólo se trata de una Ley de Medios Audiovisuales está viendo el árbol, perdiéndose el inmenso bosque. Esto es un paso fundamental, no sólo para que más voces puedan ser oídas, para que la información sea más plural y llegue a todas partes, para que no sólo un grupo concentrado de medios, un grupo hegemónico, decida por la mayoría de nosotros qué debemos saber, cómo y de parte de quién. No es sólo para eso.
            La Ley es para repartir el poder que existe desde hace mucho tiempo en manos de unos pocos que creen que pueden manejar el país a su gusto y adecuar la justicia a sus necesidades. Grupos económicos que controlan la información, y que creen que el cargo de Presidente de la Nación, es “un puesto menor”, porque estaban malacostumbrados a sentar hombres en el Sillón de Rivadavia y hacerlos levantar cuando ya no les sirvieran. Y ahora no se puede hacer eso más, ahora la Ley está para cumplirla, entonces apelan a lo que mejor saben hacer: desparramar odio, mentir y manipular. Y seguir haciendo sus negocios, claro.
            Esta fecha, el 6 de diciembre, quedará para siempre marcada en la memoria como el día en que la justicia falló contra la ley. Y cuando se falla a conciencia a favor de los más poderosos, se falla contra el pueblo.
            Pero se sabía, como decíamos al principio. Sabíamos que iban a hacer todo lo posible para evitar cumplir con esta ley de la democracia. Con la otra, la de la Dictadura, estaban cómodos, cobijados y calentitos amparados bajo el techo que les habían levantado sobre sus cabezas gachas los represores. Y es que eso representan, los que no se han adecuado a la ley en sus plazos y formas, los que creen que pueden todo, siempre, como el Grupo Clarín, encarnan y simbolizan el país al que yo, personalmente, no quiero volver.
            Pero no importa, los tropezones no son caídas, y si lo son, y nos damos fuerte la cara contra el suelo, nos levantaremos con la ayuda del suelo, porque las luchas sólo se pierden si se abandonan, porque las patadas en el traste también empujan para adelante.

María José Sánchez
majosanchez@gmail.com


martes, noviembre 13, 2012

Los hijos de segunda



            Resultan preocupantes ciertas declaraciones de la diputada nacional del PRO y ex vicejefa de Gobierno de la Ciudad, Gabriela Michetti, sobre las posibilidades de adopción de las parejas del mismo sexo. No sólo preocupan por su contenido altamente discriminador, aunque no es la primera vez que la dirigente macrista hace ese tipo de comentarios, sino por el grado de desparpajo con que lo dice y por la concepción racista que trascienden sus palabras.
            En una entrevista realizada por el diario La Nación, cuando el periodista le dice “Voy a tomarte nuestra adaptación del test de Rorschach. ¿Para vos es una mancha esto?” y le muestra la foto del militante Alex Freyre, besándose con su marido, José María Di Bello. Ella se que da callada y mira seria. Ante el silencio, el entrevistador le habla de esa ‘supuesta’ según él, conexión que se cree que existe entre ella y monseñor Bergoglio, pues Michetti siempre se ha encuadrado bajo los designios de la Iglesia, oponiéndose al matrimonio igualitario y al aborto, por ejemplo. Ella desmiente tal relación, y dice que “Todo lo que hablo con Bergoglio son charlas más bien intelectuales sobre religión”.
            El periodista continúa con otra pregunta, justamente la que tendrá la respuesta de la que nos proponemos hablar: “¿Y si viene Alex Freyre, y te dice: "Gabriela, con mi pareja queremos adoptar"?”. Michetti dice: “-Es un tema que me inquieta no lo tengo definido. Si me ponés en la situación de un niño que esté en condiciones de abandono y en situación de una vida que va a ser muy dolorosa y muy triste y nadie lo quiere adoptar, pero hay una pareja de homosexuales que lo quiere adoptar... Y bueno, que lo adopte. Hay que pensar en la discriminación que puede sufrir un chico. Yo pido que las miremos y con data después decidamos”. Así. Sin anestesia. Lo replicamos de manera textual para que no haya interpretaciones, sino la lectura directa.
            Hay varias cosas para decir. Además de lo obvio, claro, como que Michetti no está de acuerdo con que las parejas del mismo sexo puedan adoptar, se evidencia su propio prejuicio, pues habla de una supuesta discriminación que puede sufrir una criatura, lo que no dice es que esa es su sensación, lo que ella sentiría hacia ese niño. Pero rescatemos de las entrelineas de esta terrible agresión que Michetti realiza con sus dichos a todas las parejas del mismo sexo que quieren convertirse en padres y madres adoptando y a toda la comunidad gay en general y leamos un poco más allá. Si al chico nadie lo quiere adoptar… si está en una situación de vida dolorosa y muy triste… ahí si. Recién ahí que los gays adopten. Eso dice. Entonces, a los chicos más miserables, los más desprotegidos, los que no tienen cariño ni quienes los defiendan, a esos solos, ella puede concebir que les espere ese futuro de discriminación por tener dos papás o dos mamás. Los famosos niños de segunda. Los hijos de segunda. La crueldad más perversa en boca de una diputada de la Nación.
            Las discriminaciones que un chico puede sufrir en una escuela son muchas, por las características de su cuerpo, por las posibles dificultades para aprender, por si tiene un solo papá o una sola mamá, si sus padres se divorciaron… Como dice José María Di Bello en INFONews: “Para los chicos es mucho más fácil aceptar la diversidad que para los adultos. Mis hijos en particular no han tenido situaciones problemáticas con compañeros de escuela. Tuvieron situaciones por otro tipo de cosas más que por el tema de tener dos papás. A veces ha pesado más el hecho de ser adoptado que el hecho de haber sido adoptado por dos papás”.
            Lástima que el periodista de La Nación no le preguntó a Gabriela Michetti ¿qué busca un niño abandonado? ¿Busca una familia constituida bajo la norma católica? ¿Busca legisladores que los discriminen y los traten como personas de segunda? No. De seguro que no. Un chico que espera ser adoptado busca amor, quiere lo mismo que un niño que vive en el seno de una familia con padres biológicos: amor. Es tan simple que duele tener que explicarlo. Y eso ofrecen con creces las y los Alex Freyre y los José María Di Bello de este mundo: amor, como cualquier persona que quiere ser padre o madre, sin importar su orientación sexual. Esperemos que algún día los y las Gabriela Michetti de este planeta lo entiendan de una vez.

María José Sánchez
majosanchez@gmail.com

viernes, noviembre 09, 2012

Reflexiones del día después


“No comparto lo que dices,
pero defenderé hasta la muerte
 tu derecho a decirlo”.

 (Voltaire)

            Cuesta interpretar a aquellos dirigente políticos que han dicho que se sienten representados por esta manifestación que se ha dado en llamar 8N, por el día y el mes, como se llama casi todo desde el fatídico ataque a las Torres Gemelas que conocemos como 11S, o el atentado en la Estación de Atocha, en Madrid, de Marzo de 2004, recordado como el 11M.
            No es agradable ni esperanzadora la forma en que este tipo de fechas se promocionan, pero así lo han logrados los fanáticos de las abreviaturas o de las imposiciones de consignas. Pero volviendo a aquello de que políticos, dirigentes, con importantes cargos gubernamentales, digan que sienten que una fecha, una marcha o cacerolazo los representan es, cuanto menos, muy preocupante. Pensándolo un instante, imaginamos que son justamente ellos quienes tienen que ejercer y promover esa representación, sobre todo aquellos que han sido votados para ocupar cargos legislativos o ejecutivos. Si los electos por el pueblo no representan a sus electores, que salen a la calle a manifestar su descontento, cualquiera sean las razones, significa que un sector de la sociedad no tiene quien lo represente, simple. Ni siquiera aquellos a quienes seguramente ellos mismos votaron.
            Entonces estamos ante un problema muy grave. Sabido es que un gobierno nacional debe gobernar para todos, pero difícilmente represente a todos los sectores, puesto que no gana con el 100% de los votos. Entonces, ese espacio debe estar encarnado por aquellos otros que fueron elegidos en las diversas elecciones. Pero si ellos mismos invierten el rol y colocan sobre los hombros o dentro de las cacerolas de los que marchan la potestad y la difícil tarea de representarlos, entonces estamos hablando de algo aún más severo, es el discurso de la anti política en boca de los políticos.
            Pero aun puede empeorar. Estos políticos manifiestan enviar a ‘su gente’ a estas marchas en contra del gobierno nacional. De esta manera queda en claro que son parte necesaria de la organización de este tipo de eventos: de hecho, en diversos puntos del país han aparecido afiches convocando y remeras alusivas. La supuesta espontaneidad de este tipo de cacerolazos ya se ha dado por tierra cuando es titular de tapa de diarios y cuando, incluso, meses antes del ocho de noviembre sabíamos que iba a pasar, donde y quienes lo promovían.
            Las consignas han sido también un tanto confusas, al menos para mí. Muchos de los manifestantes han proclamado ésta como la ‘marcha de la paz’ y la democracia, pero los cánticos que se escuchan o las pancartas que se leen están muy lejos de ser pacíficas: “Andate con Néstor la p…”, en claro deseo de que muera la presidenta. E infinidad de insultos y agresiones irreproducibles en tanto y en cuanto quiera que esto no se transforme en un catálogo de improperios, por más diversos y llamativos que esos resulten.
            Hay una clasificación de que todo el que no piensa como uno es o una persona carente de cerebro y pensamientos propios pagada por el gobierno o un fascista y golpista hijo de Satán. Evidentemente, ni la manifestación cacerolera es pacífica, ni son una legión de anticristos que vienen por la buena gente. En todos los casos la generalización no sólo es absurda, sino que es dañina y nociva para todos, pues decir que más de medio país cobra por pensar así, y son vagos e inútiles y sólo quieren un choripán, es desopilante y discriminador, tanto como decir que cualquiera que no guste o acuerde con las políticas del gobierno quiere que vuelvan los militares.
            El problema es que hay mucha gente que no votó a la fórmula presidencial ganadora que pide que este gobierno ‘se vaya’, como si el orden democrático no fuera una prioridad ciudadana, una necesidad y un hecho por el que todos debemos velar. Allí volvemos al inicio: la falta de representatividad del sector opositor se pone de manifiesto aquí, en vez de buscar proyectos donde se sientan cómodos, o construir espacios donde sus puntos de vista se vean reflejados, atinan a la versión más fácil de las cosas: que se vaya el que no me gusta, aunque no tengo idea de quién tiene que venir. Demás está decir que todavía hay gente que cree que los militares son la solución a algo, de hecho he discutido con personas que piensan así, no me lo contaron. Pero afortunadamente, no son la mayoría.
            Así mismo, si es una marcha de ciudadanos comunes, en desacuerdo con la gestión oficial, no necesita la promoción desvergonzada de periodistas y medios hegemónicos. De hecho, la desvirtúa, intentando poner de su lado a aquellas personas que se manifiestan y poner en sus bocas sus propios reclamos empresariales, utilizar el eco de sus cacerolas para sus propios fines siempre económicos. Porque más allá de las redes sociales, la marcha tuvo mucha mayor difusión con las tapas de ciertos diarios, columnas de opinión periodística, programas radiales o de televisión e, incluso en las mismas redes sociales fue  promocionando, es decir, pagado, un Trending Topic (palabras o frases más repetidas en poco tiempo en Twitter) al que llamaron 8N EN VIVO.
            Hay muchas cosas difíciles de entender, a menos que supongamos que provienen de consignas poco claras de multimedios y algunos sectores políticos, como el caso de estar en contra de una eventual re re elección de Cristina Fernández de Kirchner, y escribo eventual porque no hay proyecto oficial al respecto, lo que si existe es una campaña de junta de firmas del binnerismo en contra de que esto que aun ni se ha propuesto ocurra. Y una clara campaña mediática, claro. Más extraño aun resulta que aquellos que exigen que “esta mujer se vaya” dicen pedir respeto a la constitución. O los que exigen libertad de expresión a viva voz por las calles, sin problemas.
             Inflación, falta de seguridad, fueron otros de los reclamos, si se quiere, los más destacables. También debemos señalar que el hecho de que haya camionetas 4x4 cargadas de latas para repartir (y golpear), no ayuda a que la protesta parezca llevada adelante por ciudadanos comunes y espontáneos. Es evidente el alto grado organizativo y de promoción de determinados sectores que no son los comunes vecinos protestando.  Una protesta que puede compartirse o no, pero que es una clara muestra de que el país vive en plena democracia, donde se puede decir lo que uno piensa y pedir lo que uno quiere. Nunca puede estar mal escuchar al otro, aunque no tenga las mismas ideas, es sano y necesario. Ahora queda esperar si algún político de la oposición puede acaparar este descontento en su favor, difícil parece, ya que el enojo los incluye también a ellos, los que perdieron contra Cristina en octubre pasado, los que no han podido articular un proyecto alternativo de gobierno y ofrecérselo a los votantes, los que no pueden representarse ni a ellos mismos, y buscan dentro de cacerolas lo que deberían construir desde la política.



María José Sánchez
majosanchez@gmail.com

lunes, octubre 29, 2012

“No pudieron con nosotros”

         
            Jorge Cirelli empieza a contar esta historia, que también es suya, no sólo porque haya sido testigo de lo ocurrido, sino porque la ha apropiado para sí, la ha internalizado como parte indeleble de su vida. Él es también esta historia. Nos sentamos a la mesa, llamo por teléfono pidiendo café para mí y un cortado para él. Agrego unas medias lunas al pedido, aunque sé que difícilmente las probemos. Le aclaro que la idea es más una charla que otra cosa, y me doy cuenta de que apenas va a necesitar preguntas, porque él sólo empieza a hilvanar una narración que tiene la solvencia y soltura que adquieren los relatos en la voz de quienes ya los han contado muchas veces.
            -Carlitos era un militante social-, comienza a contarme Jorge. -No incorporado a las filas de montoneros, nada por el estilo. Carlitos era un buenazo, comprometido con la realidad del momento, mas bien un militante social. Estimo que, como todo joven de aquella época, estaría enrolado en las filas de algún peronismo, de juventud peronista, pero más que eso no. Además tenía 21 años. Un chico.
            Empezamos por el principio, por como conoció a Carlos Waitz, Carlitos, para él, que fue un detenido desaparecido hasta hace poco tiempo, cuando el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó sus restos en una fosa común en Avellaneda y su familia pudo sepultarlo en Mar del Plata. “Lo conocí ahí, yo era más grande que él, tenía 29 años. Durante la obra nació mi hijo, justo cuando estábamos terminando las presentaciones nació mi hijo, en marzo del ’77”. Dice Jorge y por un instante su rostro cambia y se dibuja cierta alegría”.
            -Él participó de ese proyecto que encaraba un grupo que se llamó Nuevos Actores Marplatenses, que lo dirigía Rubén Benítez. Yo ingresé ya empezados los ensayos de Israfel, esta obra de Abelardo Castillo que coincidía con una reedición de la obra. Y allí integraba parte del electo Carlos Waitz. La obra se estrenó en diciembre, después empezó a caminar bien en el mes de enero del ’77.
            Como dato anecdótico, Jorge me cuenta que compartían la sala con China Zorrilla, que tenía su espectáculo cuando ellos terminaban. Cuando le consulto que le pareció China, como se llevaban con ella, me afirma que la considera “Una excelente compañera”. Jorge retoma sin esfuerzo y sin guía el hilo de la narración:
            -Así llegamos al 26 de enero de 1977, en ese momento yo estaba en escena. La obra Israfel trata de Edgar Allan Poe. En escena yo contaba un cuento de Poe, interactuaba un poco con ellos…. -Aquí Jorge deja de hablar en pasado y empieza a hablar en presente, como si estuviera otra vez allí. -Y cuando estoy contando el cuento, veo por uno de los costados, a la derecha de los actores, que ingresa el dueño del teatro con… yo no sabía quienes eran, pero si pude identificar, porque era común por aquellos años, que era un grupo de tareas.
            Me cuenta que los reconoce por como se manejaban, “es decir, ingresan con esa impunidad absoluta, ¿no es cierto?”, “Como los dueños de todo”, acoto, porque casi puedo verlos yo también, a través de sus palabras.
            -¡Exacto!-, exclama. -Con actitud de ‘dueños de todo’, de dueños absolutos de la situación. Y ahí, en ese momento… bueno, en el teatro está esa consigna: “uno no se desconcentra”, uno sigue con la obra, pese a que a mi me tocaba de cerca porque había sido secuestrado meses antes. Soy un aparecido con suerte”.- Dice Jorge y sonríe. -Ahí ingresaron a los camarines y preguntaron por El Tabernero, porque Carlitos hacía el papel del Tabernero y… se lo llevaron. Ahí no más se lo llevaron.
            Cuando lo consulto si es que Waitz llegó a actuar esa noche, él me cuenta que sí, que llegó a salir a escena en lo que era el primer acto, que se denominaba ‘primera taberna’, y cuando estaba para actuar en la ‘segunda Taberna’, se lo llevaron de los camarines. La obra se terminó de presentar, otro compañero suplió su lugar. Siguiendo al pie de la letra la costumbre del teatro: la obra debe continuar.
            -Yo creo que el público no se dio cuenta. –dije Jorge, repitiendo una suposición que lleva más de tres décadas.- Se dio cuenta mi esposa, que a partir de mi secuestro iba a todas las funciones, estaba alerta. Después, como pasaba en esas épocas, cuando terminamos la obra, tanto nosotros como China, decíamos qué pasó, qué es esto, como está, dónde está. Recuerdo que una de las actrices, con otra gente, fue a hacer la denuncia a la comisaría 1era con toda la inocencia…. De ahí en más, nunca tuvimos noticias. Lo que sí supimos es que buscaron a una persona que no encontraron en la casa… Mirá vos como son las cosas –suspira-, y al no encontrarla en la casa, tomaron una agenda de esta chica, -la que no encontraron en el domicilio- y de ahí sacaron el nombre y dirección de Carlitos Waitz. Así llegaron a él….
            Yo no se qué tipo de preguntas puede afectarlo más, el tema es delicado, y mis ganas de saber son muchas, entonces pregunto igual, más bien opino a ver que sale de Jorge y le digo que en esa época, finales del ’76 y principios del ’77, no estaba tan claro lo que estaba pasando con la gente que desaparecía, y tiro un “¿no?” que es en realidad retórico y el principio de la próxima pregunta que quiero hacer. Jorge concuerda conmigo, entonces avanzo y le consulto si estuvo leyendo, -si tuvo ganas… porque hay que tener mucho estómago- algo de las últimas declaraciones de Videla, que hizo para un libro que ya salió, que explica como tomaron la decisión de desaparecerlos y el por qué de la figura del desaparecido…
            -Si, si, algo leí.- Afirma, y aunque noto que le cuesta un poco hablar de eso continúa. -Yo recuerdo perfectamente que Videla en algún momento, ante una requisitoria, contestaba que un poco se había ido de las manos, de control, toda la acción que se estaba dando ‘antiterrorista’, que, en realidad, no era antiterrorista, porque los que fueron víctimas eran los militantes que hacían trabajos sociales, más que otra cosa.
            -La figura del ‘terrorista’, pensado un poco para demonizar al otro, para tratarlo como algo que no es humano…- digo.
            -Exacto… tal cual. Yo creo que hasta el concepto que había del terrorista era que no era sujeto de derecho…
            -Entonces podías hacer con él lo que querías, no era una persona, era otra cosa…
            -Claro… Eso fue lo que posibilitó hacer cualquier cosa. Y una actitud de la población que, ante el miedo, surgió aquel ‘por algo será’, fue una actitud de miedo, en realidad. ¿Por qué a mi no me buscaron? Entonces esta gente en que andaría….
            -Algo habrán hecho…
            -Una reacción que, por el miedo, hizo que se dedicaran a no averiguar más. Con ese pensamiento les bastaba para sobrevivir – afirma.
            Son impresiones que se comparten entre alguien que las vivió y alguien que las imagina, pero se comparten al fin de cuentas. En esas épocas el desconcierto después de un secuestro era mucho, no se sabía muy bien hacia dónde ir o con quién hablar. Los días subsiguientes, la desesperación… Jorge me dice que con el tiempo decían “Que inocencia hacer la denuncia”, si hubiera sido un tiempo después no hubieran ido a la comisaría porque ya sabían lo que pasaba. También recuerda que los padres de Carlitos iban y reclamaban a la policía, al ejército… pero siempre con el resultado que todos conocemos: no le daban en concreto absolutamente nada. Incluso proporcionaron sus datos genéticos, lo que propició que se pudieran identificar en una fosa común en Avellaneda, donde había otros quince cadáveres. “Eso va en paralelo con la recuperación de los nietos”, dice y agrega: “Y vos fijate que cosa, cuando aparecen los restos de Carlitos, a los pocos días con un grupo de teatro, hacemos la obra Cajitas Chinas, que trata el tema. La dimos en un centro cultural de Avellaneda, después hubo un debate, había Abuelas en la función, y cuando pudimos interactuar, dijimos que coincidencia que justo en esta ciudad hace unos días encontraron los restos de nuestro compañero.”
            La noticia del hallazgo de los restos de Waitz ofició de nexo para el reencuentro del elenco, Jorge relata como se pusieron en comunicación con todo el elenco de aquella obra. A él lo llamó Víctor Bidart, y se juntaron seis actores: Víctor, Juan Vitali, que viajó a Mar del Plata, Graciela Spinelli, Eduardo Campos, Roberto Tripolio y él. Se reunieron para recordarlo y hacer un brindis en honor de Carlitos… como una manera de cerrar el círculo, decir “acá lo tenemos”.
            -Lo que hicimos fue verdaderamente cerrar el duelo. Cuando le dieron sepultura a Carlitos yo no fui… porque hacían una misa y yo no… - Risas-, pero después nos reunimos con los compañeros.
            Ellos pudieron cerrar el duelo, pero hay miles de familias y amigos que ni siquiera han tenido esa oportunidad. El trabajo forense va de la mano de los ADN. Así, muchos podrán terminar el duelo, con el dolor que no se va a ir, al menos saber donde están los restos de sus seres queridos y poder darles la sepultura que crean conveniente.El ser humano lo que busca son certezas. Siempre la angustia del ser humano tiene que ver con lo desconocido, con lo que no puede certificar. Y tener certezas es muy humano, con lo cual, esto tranquiliza espíritus, por lo menos…” Me dice, y es por eso que me parece que la misma figura del desaparecido es tan desesperante, no está, como el mismo genocida dice “no está más, no existen”.
            -Esa falta de certeza es lo terrible: desapareció, es una incertidumbre, eso es lo angustioso. – Afirma Jorge.
            -Toda una estrategia creada desde el mismo horror para justificarse ellos mismos.
            -Y caer en la cuenta, porque uno analiza la historia, y en estos casos caes en la cuenta de que fue un plan absolutamente armado, que comenzó con el patrocinio de la CIA con el golpe de Pinochet, ahí crean el Plan Cóndor, que se articula entre Chile, Argentina y Uruguay. Los que estábamos más politizados veíamos como venía la articulación, no teníamos idea del nombre que le ponían a sus planes.
            La obra siguió toda la temporada, de hecho ganaron el Premio Estrella de Mar como Mejor Obra de teatro por elenco Marplantense. “Después seguimos haciendo teatro con lo que quedó del grupo. Ya ahí dirigido por Roberto Tripolio, compañero del elenco. Allí empecé a hacer otras obras y sigo en la actualidad. Si, sigo haciendo teatro”. Dice Jorge, sin disimular su orgullo.
            Le hago saber que al no haber vivido esa época, (yo nací el 3 de Abril del ’82), trato de aprender de eso, de la gente que sobrevivió a aquella época y la que aun hoy sigue demostrando que no pudieron con ellos. Me parece un claro ejemplo seguir haciendo teatro, promover la cultura. Seguir construyendo cada uno desde su lugar lo que querían evitar que se construya: una sociedad más justa, más igualitaria…
            -En realidad no pudieron con nosotros, porque después, el perder la guerra de Malvinas fue el colofón para que la población tomara ya valor para decir váyanse, ya basta. Lamentablemente ya no estaba esa juventud batalladora, porque de haber estado otra historia sería hoy…
            Claro, ese era el plan, por algo se llevaban a los hijitos de los secuestrados y mujeres embarazadas, tenían esa concepción. Para eliminar esa simiente, cambiarlos de padres para evitar que pensaran como sus progenitores. La verdad Jorge, le digo, a mi me gusta contar historias, más allá de las noticias fabricadas que los medios hegemónicos nos imponen como la noticia del día, la que hay que contar, me gusta la posibilidad de desentrañar estas otras historias, que tienen la misma o más relevancia que muchas de las cosas que se conocen, pero que no han tenido la difusión que merecen… “Correcto. –concuerda.- Una parte de la lucha de esto es hacer conocer el secuestro de Carlitos Waitz… que, en realidad, no fue el único actor en desaparecer, ya había desaparecido con antelación Gregorio Nachman y Carlos Conti. Nachman fue víctima del terrorismo de Estado por la importante tarea que hacía con su Teatro de la Comedia Marplatense…”
            Ahí se destacan las visiones del arte para unos y para otros, para unos como herramienta de transformación, y para otros, como algo nocivo. Lo diferente del secuestro de Carlitos fue que se lo llevaron en plena función, “y lo hace digno de ser contado, porque demuestra hasta donde se atrevieron”.
            Sabemos que en términos históricos, 30, 35 años, es un tiempo cortísimo, y que se pueda hacer una reflexión y analizar lo sucedido… Saber que ellos, los genocidas, que creyeron que pasarían a la historia como los grandes héroes de la patria, sepan que ya pasaron a la historia como los grandes monstruos de la patria… y que podamos verlo, mientras sucede, es necesario.
            -Ya es histórico. –Subraya. -Y no ha ocurrido en casi ningún otra parte de la tierra, que un país haya enjuiciado a los torturadores… Cosa que no pasó en Uruguay, no pasó en Chile… recién ahora está empezando la gente a reclamar lo de Franco en España… y así le fue al Juez. Y ahora, con estos juicios por la verdad, se empiezan a enjuiciar hasta los de la CNU. Es una lucha que va a ser muy dura…. y muy larga. Es una lucha que avanza por los particulares y por las organizaciones de derechos humanos.
            -Es interesante ver como, más allá de la recuperación de los restos y de la sepultura que le dieron sus padres… ver como Waitz estuvo siempre presente en todos ustedes durante todos estos años, a pesar de haber sido un chico muy joven, apenas 21 años, dejó su marca muy fuerte no sólo en su familia, sino también en sus compañeros y colegas…
            -Es eso… si…- Por lo ojos de Jorge pasan muchos recuerdos que no voy a lograr atrapar en estas líneas. Se toma unos segundos para decir: -Un poco lo que el ser humano debería tener en su mente, trascender de alguna manera, y él trascendió porque tenía personalidad como para hacerlo. Desde su bonhomía… dejó huella, indudablemente. Por suerte trascendió.
            Y esa, me parece, es la batalla ganada.


sábado, octubre 27, 2012

Carta


“Un hombre con ideas nuevas es loco,
hasta que la idea triunfa”

(Mark Twain)

            No tengo una foto con vos. Nunca te hablé. De hecho, no me cuesta ni me molesta admitir que ni siquiera te voté. Era la primera vez que me tocaba votar a presidente y voté al maestro Alfredo Bravo. De hecho, cuando se bajó del ballotage el riojano, y todos supimos que asumirías, empecé a conocerte. Hasta me costaba pronunciar tu apellido. Reconozcamos que es complicado y hasta tiene interpretaciones… y mi dicción nunca ayuda.
            No se si es políticamente correcto decir que lo primero que me gustó de vos es que seas hincha de Racing, pero escribimos la verdad, así que no nos apartemos de ella.
            Cuando conocemos a las personas por terceros que nos cuentan que hacía, como pensaba, que quería, solemos hacer una imagen idealizada de esas personas, olvidándonos lo más importante, que eran como nosotros, seres falibles, defectuosos, que se cansan y se aburren, que se alegran y ríen, que viven, que mueren.
            Pero hay personas que no necesitan apología, algunas de sus acciones son su mejor prensa. Esos, los que patean el tablero de lo instaurado y lo dan vuelta todo. Los que no tienen miedo de pelearse con los monstruos de la noche, esos que todavía estaban debajo de nuestras camas, en la oscuridad. Esas personas que no se callan, que a veces la pifian, que a veces aciertan. Creo que hay muchos así. Pero somos afortunados si en nuestra vida nos cruzamos con cuatro o cinco de ellos. Y esa es la marca. Y esa es la historia, la que se puede volver a escribir.
            No se si fuiste así realmente, como te dije, no te conocí y no voy a tener la oportunidad de hacerlo. No se por qué te escribo esto que no vas a leer. No vamos a hablar de Racing y la pasión, no vamos a hablar de la política y la militancia. No me voy a sacar una foto: ninguna cámara puede captar así el recuerdo. No vas a saber de mí, nunca.
            Pero tampoco voy a escribirte una elegía porque me resulta un tanto falso eso de que te moriste, no se… también me contaron eso de vos, no se si creerles, me resisto un poco… Elijo algo intermedio, pienso en las cosas que me gustaban de vos, y las cosas que hacías que no compartí, uso una balanza imaginaria y el resultado me agrada. Es mi elección saberte cerca en muchas cosas que pasan, y también saberte lejos, entonces como hoy 27 juega nuestra Academia, miro para arriba y hago un guiño, a ver si podés hacer algo.

María José Sánchez

lunes, agosto 27, 2012

Lanata: El negocio de la información



Si la verdad falta a su voz,
la palabra, como un vano cohete,
caerá apagada a tierra,
en el silencio de la noche”.
(José Marti)


            Lanata se vendió. Como una cosa, como se vende un mueble, o se remata al mejor postor. Y las cosas, usualmente, se venden por plata. Y las personas también. Escribo esto así para que se sepa desde donde hablo, honestidad intelectual, le dicen. Como si hubiera honestidad no intelectual. Pero bueno, me paro desde esa percepción personal para escribir esto que sigue.
            Aunque algunos referentes de la atomizada oposición lo nieguen, Lanata se ha convertido en el guionista necesario, aquel que los provee de temas y denuncias, difícilmente comprobables. De hecho, al negar que el periodista que antaño fuera referente de una centro izquierda ilustrada les da la letra que ellos por sus propios medios no encuentran, es una manera de, si bien no afirmarlo categóricamente, si dejarlo entrever.
            Lo que ocurre es que había un vacío que el devenido vocero de la derecha tradicional ha venido a llenar. Las ideas no cambian, los principios no mutan, lo que sí se transforma es la realidad y con ella, algunas personas. Ya se ha dicho en muchas partes y suscribo al escribirlo aquí que era muy fácil y cómodo oponerse a las políticas neoliberales de los ’90. Aquellas que aun padecemos, las que prostituyeron la economía argentina, remataron su patrimonio, comprometieron seriamente el futuro de millones de niños y jóvenes por la falta de educación, políticas de salud y, por supuesto, la falta de comida en la panza. Era el lugar en el que se tenía que estar: en la vereda de enfrente. Pero sucede que muchos de los periodistas que no se oponían al menemismo, hoy se codean con Lanata, apiñados en la recalcitrante baldosa de los desestabilizadores, de los lobbistas, de los que usan la profesión periodística como caja registradora.
            Entonces Lanata se erige en ese habitáculo oscuro, no como un converso, sino como el estandarte y vocero de un grupo mediático y económico que comprende periodistas, políticos, escritores y demás pensadores llamados a sí mismos ‘independientes’. Colocados todos juntos bajo el techo del monopólico Clarín y de La Nación, sostenes ideológicos y pilares orgullosos de las perores épocas de nuestra historia. Ahora Lanata trabaja por y para defender los intereses que antes denostaba. Lanata, que dejó sin trabajo y sin indemnización a decenas de colegas. Lanata, que trabaja para el diario que, según él mismo, “montó ilegalmente Radio Mitre”, donde ahora él tiene un programa, y el canal de televisión del que él mismo dijo que Clarín obtuvo del menemismo, el Trece.
            Puede que entre estas líneas haya una nota de rencor no planeada, ha de ser por el recuerdo de otros años, otras investigaciones, otro Lanata. Pero no es contra él, sino contra la venda que muchos tuvimos sobre nuestros ojos cuando lo leíamos confiados, cuando creíamos que ocupaba ese lugar porque realmente creía en la verdad como fuente de información, como sustento. Nos equivocamos.
            Pero no hay que negar que hace un muy buen trabajo, cumple el rol para el que fue contratado por Clarín a la perfección. Y no es un clon satánico de aquel conductor del Día D, es él. Es él. Amén de las posiciones políticas y las opiniones vertidas, de la catarata de mentiras y difamaciones que no voy a  ponerme a analizar aquí, Lanata viene a representar todo lo que no quiero ser. La información es un derecho, pero él la hace un negocio, entonces la perspectiva y la verdad se hacen prescindibles, casi innecesarias.
            El discurso que viene a imponer este periodista es adoctrinador, no planta ideas para que crezcan y se reproduzcan pensamientos, sino que inserta consignas, titulares autistas que no apelan a la capacidad de análisis de quien los oye, sino que intentan evitar el razonamiento. Se disfraza de verdad lo que se sabe infamia. Hace que sus seguidores se queden cómodos y calentitos bajo esa estructura de pensamientos, donde solo caben las personas de bien, las que se creen que son los únicos que trabajan, sufren, pagan, compran, viven y mueren en este país.
            No tenemos que pensar todos igual, por suerte, de eso se trata la democracia. No tenemos que salir a decir que hay libertad de prensa, pues eso lo afirman quienes gritan en los diarios, las radios y la televisión que no la hay, mientras se expresan con soltura. No perdamos nunca la capacidad de análisis individual, desconfiemos de toda la información hasta poder sacar nuestras propias conclusiones, porque sino terminaremos asintiendo como autómatas a lo que digan personas como Lanata y no vamos a querer abrir la mente por miedo a que nos roben el cerebro. 

lunes, julio 30, 2012

Otro capítulo en la guerra mediática entre el Gobierno y el Grupo Clarín


             La batalla mediática en Argentina no tiene tregua, ni la tendrá. Para el Grupo Clarín, corporación mediática atrincherada en la oposición más violenta al gobierno nacional, cualquier tema es bueno, si permite elaborar una operación que empañe a algún funcionario, salpique a algún grupo de militantes, o genere, cuanto menos, un par de días de titulares en los diarios o zócalos en los canales de noticias que maneja ese grupo.
            Así también el Gobierno Nacional difunde y amplifica todo lo que pueda dañar a al multimedios, a su dueña Ernestina Herrera de Noble, señalada como partícipe de la dictadura y apropiadora de niños, y su CEO, Héctor Magnetto, vínculo civil de los genocidas.
            Esta guerra sin cuartel ha tenido sus momentos claves, con la Ley de Medios Audiovisuales, por ejemplo. El diario Clarín ha difamado a todo aquel que ha podido y ha elaborado controversiales operaciones que, en la mayoría de los casos, resultan difíciles de probar. Es común que estas explosiones mediáticas cuenten con la compañía del Diario la Nación, también opositor, que suele pisar en la huella que deja el Grupo Clarín cuando avanza con sus noticias.
            Dicen que para demostrar que se entiende el problema, es bueno poner un ejemplo. Entonces eso haré, en vez de opinar sobre quien o quienes portan la verdad como estandarte, porque es eso, justamente, lo que no quiero hacer, prefiero que los lectores saquen sus propias conclusiones, ya que esa es la mejor forma de asimilar la información, sino es mera imposición.
            El ejemplo llega de la mano de algo que está ocurriendo en estos días. Resulta que una agrupación política afín al Gobierno nacional, llamada Vatayón Militante, realiza, desde hace tiempo, actividades culturales dentro de las cárceles de Villa Devoto, Marcos Paz y Ezeiza. Además, mediante un operativo coordinado en conjunto con el Servicio penitenciario Federal, hicieron una   actividad en un local en la ciudad de Buenos Aires, donde ingresaron las personas privadas de su libertad junto a todos aquellos que quisieron participar, puesto que el evento era público y gratuito. Se dividieron en grupos para realizar actividades culturales, vigilados por guardias, cada sector tenía cinco de ellos. El ‘Vatayón’ no decide que presos asisten, eso lo resuelve en primer lugar el interno que se anota en el evento, “y luego debe ser autorizado por cada juez en particular, de cada juzgado en especial, analizando cada caso específico y el juez es quien firma esa salida transitoria, que es parte del derecho de la persona privada de su libertad”, según afirman en un comunicado difundido por la agrupación luego de la denuncia hecha por Clarín.
        Aquí es probable que el lector ya se haya dado cuenta de qué tipo de denuncia realizó el multimedios anteriormente mencionado, si pensó en que el diario tituló “Militancia todo terreno: sacan presos de la cárcel para actos del kirchnerismo”, acertó. Cuando se enteraron de las actividades que este grupo militante kirchnerista realizaba subieron videos, fotos (que, vale aclarar, fueron publicadas por la agrupación militante oportunamente) y notas referidas a ese tema y a “El “Vatayón Militante”, con “entrada libre” en las cárceles”. Naturalmente, como ocurre en estos caso, los referentes políticos de la oposición se hicieron prontamente eco de esto y junto con el multimedios llevaron todo un poquito más allá, afirmando que el Kirchnerismo recluta presos como fuerza de choque, prácticamente que están por abrir las puertas de las cárceles para que los presos invadan las calles al grito de ‘Viva Cristina’ y nos ataquen a nosotros, que sí somos personas de bien.
            La exageración no es mía, es una lectura de las publicaciones que pueden leerse con respecto a este tema.
            En el comunicado anteriormente mencionado, la agrupación manifiesta que “como toda la cultura es política, y nosotros no escondemos nunca nada, hacemos política y la política la planteamos, entre otros aspectos, desde la cultura. Así, se dieron momentos de enorme compañerismo, de inclusión y visibilización (…). Y para nosotros, cada uno y una de las personas privadas de su libertad, son exactamente iguales: ya fueron condenados o están esperando una condena o un veredicto por el delito que cometieron o no. Desde ese lugar, desde la deuda social que debe recoger la sociedad y con ésta, la militancia, es que trabajamos con todos los internos e internas, en igual condiciones”.
            Esto ya ha dado mucha tela que cortar para la prensa opositora, que de seguro aprovechará el tema durante un buen tiempo. Ahora, hagamos el ejercicio del análisis, de la evaluación de la lectura y no caigamos en la réplica vacía, es decir, elaboremos nuestra propia opinión. Toda exageración es mala, toda mentira en este sentido, perversa. Es evidente que se busca un fin determinado a la hora de publicar estas cosas, que no tiene nada que ver con los chicos y chicas que realizan estas actividades culturales y políticas, sino que apunta a intentar golpear el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.      Seguramente mucho de aquellos que sólo lean Clarín o la Nación, estarán convencidos de que el gobierno recluta presos para sus actos, pero sería interesante, además de necesario, escuchar las otras campanas, que siempre suenan. De la misma manera que aquel que sólo lee a los medios afines al gobierno no tendrá críticas y poseerá, seguro, una visión también sesgada de la realidad, que en definitiva, es una construcción y los ladrillos de esa construcción deben pegarse con el cemento que se mezcla, necesariamente, con algunas paladas de cal y otras de arena.

viernes, junio 22, 2012

Llora la Patria Grande



Sin democracia la libertad es una quimera”

(Octavio paz)

            La tristeza es mucha, y no pienso disimularla. Y me pregunto: ¿por qué debería ocultar mi pena, si ellos no ocultan su odio? Las noticias de hoy, en la América Latina no son nada buenas. Las noticias de hoy nos recuerdan las peores épocas en nuestra tierra, nos traen imágenes rojo sangre que se plantan delante de nuestros ojos, nos traen los gritos de los desaparecidos y los asesinados que desgarran esta noche oscura. Oscura noche la nuestra, esa, la más larga, la de los Golpes de Estado.
            Los Golpes de Estado tienen muchas formas: pueden llegar de mano de los militares, pueden acontecer de la mano de civiles, también, ha pasado. Hoy, en Paraguay, velozmente, destituyeron al Presidente Fernando Lugo, con la artimaña de un juicio político amañado, prefabricado, con un resultado puesto a dedo, anunciado. Desde este jueves, la acusación que se basaba en los enfrentamientos que se produjeron hace una semana entre campesinos y policías en la localidad de Curuguaty, ubicada en el departamento de Canindeyú, que se terminaron con la muerte de once campesinos y seis policías, fue votada por la Cámara de Diputados; este viernes, la sentencia fue reafirmada por el Senado. Lugo debía intentar defenderse ante el Senado con una sentencia ya aprobada. No pudo.
            El Golpe de Estado en Paraguay, hoy, fue un Golpe Parlamentario. El Senado paraguayo votó la destitución de Lugo, la votación tuvo 39 votos a favor de la destitución, 4 por la absolución y 2 ausentes, y estipuló que el presidente no debía continuar en su cargo "por mal desempeño de sus funciones". Con esta destitución, asume el Vicepresidente, Federico Franco, quien luego de ganar las elecciones con Lugo en 2008, rápido, se separó políticamente de él.
            Sin objetividad ni lógica jurídica, el proceso se llevó a cabo en algunas horas, con una rapidez inusual, en un intento por resumir y evitar la reacción del pueblo que apoya al ahora ex presidente Lugo. Pero igual, miles de ciudadanos comenzaron a manifestarse en las calles de Asunción, capital paraguaya, y el resto del país en apoyo total a Lugo y en rotundo rechazo al juicio veloz que lo destituyó. En el resto de los países latinos, miles de voces se unieron en la protesta y el repudio.
            La democracia en Latinoamérica, en los últimos años, resistió diversos tipos de Golpes en varios países: Venezuela, Ecuador, Bolivia. No resistió en Honduras. No resistió en Paraguay. Las políticas con claro perfil social de Lugo fueron cavando su propia tumba presidencial, su alineación con los demás países de la región y la consubstanciación con el Mercosur y la Unasur, no ayudaron para que la derecha paraguaya, algo adormecida, pusiera fecha de vencimiento a su mandato, a ocho meses antes de caducar democráticamente. Votaron los Stroessner, votaron los Lino Oviedo, votaron los que habían quedado con menos poder porque el pueblo paraguayo así lo había querido cuando eligió a Fernando Lugo como Presidente. Votó el pasado, aquel que los paraguayos habían empezado a abandonar, con la vista puesta en un futuro más igualitario, con oportunidades.
            Los que una vez tuvieron tanto poder y pudieron oprimir al pueblo y hacer su voluntad siempre, no olvidan el sabor de la omnipotencia, lo recuerdan y se les hace agua a la boca. Entonces tiemblan, como tiembla el adicto cuando no tiene su dosis. Entonces quieren volver. Entonces traman. Entonces, a veces, vuelven.
            Destituyeron a Lugo los que no quieren ese cambio, el cambio social, el que le mejora la calidad de vida a las personas, el cambio que los educa, los sana y los iguala. Hoy en Paraguay perdió la democracia. Hoy en Paraguay, perdimos todos.