sábado, octubre 27, 2012

Carta


“Un hombre con ideas nuevas es loco,
hasta que la idea triunfa”

(Mark Twain)

            No tengo una foto con vos. Nunca te hablé. De hecho, no me cuesta ni me molesta admitir que ni siquiera te voté. Era la primera vez que me tocaba votar a presidente y voté al maestro Alfredo Bravo. De hecho, cuando se bajó del ballotage el riojano, y todos supimos que asumirías, empecé a conocerte. Hasta me costaba pronunciar tu apellido. Reconozcamos que es complicado y hasta tiene interpretaciones… y mi dicción nunca ayuda.
            No se si es políticamente correcto decir que lo primero que me gustó de vos es que seas hincha de Racing, pero escribimos la verdad, así que no nos apartemos de ella.
            Cuando conocemos a las personas por terceros que nos cuentan que hacía, como pensaba, que quería, solemos hacer una imagen idealizada de esas personas, olvidándonos lo más importante, que eran como nosotros, seres falibles, defectuosos, que se cansan y se aburren, que se alegran y ríen, que viven, que mueren.
            Pero hay personas que no necesitan apología, algunas de sus acciones son su mejor prensa. Esos, los que patean el tablero de lo instaurado y lo dan vuelta todo. Los que no tienen miedo de pelearse con los monstruos de la noche, esos que todavía estaban debajo de nuestras camas, en la oscuridad. Esas personas que no se callan, que a veces la pifian, que a veces aciertan. Creo que hay muchos así. Pero somos afortunados si en nuestra vida nos cruzamos con cuatro o cinco de ellos. Y esa es la marca. Y esa es la historia, la que se puede volver a escribir.
            No se si fuiste así realmente, como te dije, no te conocí y no voy a tener la oportunidad de hacerlo. No se por qué te escribo esto que no vas a leer. No vamos a hablar de Racing y la pasión, no vamos a hablar de la política y la militancia. No me voy a sacar una foto: ninguna cámara puede captar así el recuerdo. No vas a saber de mí, nunca.
            Pero tampoco voy a escribirte una elegía porque me resulta un tanto falso eso de que te moriste, no se… también me contaron eso de vos, no se si creerles, me resisto un poco… Elijo algo intermedio, pienso en las cosas que me gustaban de vos, y las cosas que hacías que no compartí, uso una balanza imaginaria y el resultado me agrada. Es mi elección saberte cerca en muchas cosas que pasan, y también saberte lejos, entonces como hoy 27 juega nuestra Academia, miro para arriba y hago un guiño, a ver si podés hacer algo.

María José Sánchez

1 comentario:

josé rubén sentís dijo...

Muy sentido. Abrazo.