miércoles, marzo 03, 2010

El proveedor de iniquidades


La rebotadora pelota del oportunismo político dio un nuevo pique para el lado de la vergüenza: el 'salvador' de la oposición es Carlos Saúl Menem. Hay que escribirlo letra por letra para intentar creerlo. Ése, el infame neoliberal que nos robó todo lo que pudo, que mató de hambre al pueblo, que subastó al mejor postor los bienes nacionales, que logró dejar fuera de la escuela a miles de chicos, que nos hundió en la peor indigencia mientras jugaba al fútbol y se daba dos besiños con Xuxa por cadena nacional. Ése. El proveedor de iniquidades.

En busca de estas mayorías, circunstanciales, como todas las mayorías, han demostrado, tanto en Diputados como ahora en el Senado, carecer de dignidad. A nosotros, a los que nos revuelven el estómago y nos condenan al asco, ni siquiera nos dejan el asombro, porque no es la primera vez que escupen la memoria y la pisotean, no es la primera vez que insultan nuestra inteligencia y ensayan explicaciones que lejos están de lograr convencernos de algo más que no sea que lo único que saben hacer es negociar con las necesidades de los que menos tienen, atribuyéndose ideales que no practican.

Pedimos un poco de honestidad, un poco de decencia, pedimos demasiado. Disfrazados de creadores de alternativas centroizquierdistas, escondidos detrás de la careta del progresismo, ven la paja en el ojo ajeno mientras las vigas en los propios están por dejarlos ciegos. Es innegable todo lo que falta por hacer, nadie desmiente ciertos errores oficiales, pero no se necesita claridad meridiana para saber que éste no es el camino, que así no se avanza, que de esta manera lo único que se logra y con creces, es facilitar que la derecha argentina se reagrupe, contando con estos obsecuentes que le allanan el camino y demuestran, destruyendo, la incapacidad que tienen para construir.

María José Sánchez